Nos encanta compartir con vosotros nuestros métodos de elaboración, por eso hoy queremos hablaros de cómo hacemos nuestra Sardina en Aceite de Oliva Virgen Extra y nuestra Sardina Picante.

Como ya os hemos contado, nos gusta recuperar en la medida de lo posible, los métodos de elaboración tradicionales, aquellos que se usaban antaño y que tenían como resultado un producto de calidad y sabor inigualable.

 

UN POCO DE HISTORIA SOBRE LA SARDINA EN CONSERVA

No podemos hablar de nuestro proceso de elaboración de la sardina sin volver la vista atrás y recordar cómo la hacían nuestros antepasados. Las primeras fábricas de conserva, esas que se encargaban de transformar el producto del mar fresco en un producto duradero en el tiempo, elaboraban el producto sin las prisas que nos asolan hoy en día. Más allá de los tiempos, las prisas, el ahorro de recursos al máximo, lo primordial era la manipulación del producto y los pasos a seguir para obtener del mismo un producto final excelente, primando la calidad a la cantidad, sin saltarse ningún paso necesario para ahorrar tiempo.

Nosotros, desde nuestra pequeña fábrica, les cogemos el relevo. Recogemos una sardina excelente en la Lonja de Portosín. Estas piezas son des-escamadas y evisceradas una a una, a mano, pasando de esta manera un proceso de selección minucioso. Desechamos los ejemplares que no cumplen con nuestros estándares de calidad y textura y escogemos los mejores

Y aquí viene nuestra parte favorita y que tan de lado ha quedado hoy en día debido a las prisas… El tueste.

 

EL TUESTE DE LA SARDINA

El tueste de la sardina es el proceso mediante el cual se cuece al vapor antes de envasarla. ¿Su importancia? Ahora lo entenderás…

La sardina viene del mar, en nuestro caso, de las Rías Gallegas, que por desgracia tienen residuos propios de los barcos y la contaminación. Por ello, a pesar de ser lavadas minuciosamente, durante el proceso de tostado o cocción al vapor, las sardinas eliminan cualquier residuo que pudiese quedarles tras el proceso de lavado. La temperatura del vapor hace que liberen cualquier residuo posible, dejando la sardina completamente limpia y con una textura fabulosa.

Además, nosotros recomendamos que las sardinas en conserva se coman enteras. ¡Con espina y todo! El calcio y los nutrientes que se encuentran en la espina son muy beneficiosos para el organismo. El tueste ayuda a que la espina de la sardina se ablande, para que cuando nos la comamos no notemos diferencias de texturas. ¡La espina ablanda de tal manera que ni te enteras de que la comes!

Por supuesto, el proceso de tueste también beneficia a la textura de la propia sardina, queda en el punto justo para que, combinado con el proceso de esterilizado, esté deliciosa.

 

LAS PRISAS NUNCA FUERON BUENAS

Como ya comentábamos al principio, en tiempos donde la cantidad prima sobre la calidad, en muchas ocasiones se salta este paso tan fundamental para obtener una sardina en conserva excelente. Cocinando las sardinas directamente en el aceite durante el proceso de esterilizado ahorra mucho tiempo y trabajo, pero los residuos no son eliminados del todo y esto afecta al sabor final de la conserva, así como que sean cocidas directamente en aceite afecta a su textura… Cómo diría nuestra madre: “¡Las prisas nunca fueron buenas!”

Si queréis saber más sobre nuestra Sardina en Aceite de Oliva no os perdáis nuestra entrada de blog en la que hablamos de sus propiedades nutricionales.

 

Y a vosotros, ¿cómo os gusta preparar la sardina? ¡Cuéntanoslo en Facebook!