No hay duda, los mejillones son uno de nuestros sabores favoritos… Recién abiertos, preparados en cualquier elaboración y, por supuesto, en conserva. Y es que, además de disfrutar degustándolos, también disfrutamos haciéndolos, y por ello, hoy venimos a compartir con vosotros este proceso que tanto nos gusta. ¡Estamos seguras de que a vosotros también os gusta conocer cada vez más cosas de nuestras conservas! Allá vamos…
Los mejillones
La temporada de mejillón va desde el mes de Junio hasta Enero. Ya publicamos una entrada sobre los mejillones y las bateas, por lo que no vamos a ahondar en su cría, vamos a ir directos a su recolección.
Nuestros mejillones provienen de una batea situada en la Ria de Muros e Noia, concretamente, de una situada en la Isla de la Creba. Nuestro productor, Pepe, realiza la labor de recolección del mejillón de manera manual, escogiendo las piezas una a una, seleccionando los ejemplares de mejor tamaño.
Nos acercamos hasta el puerto del Freixo para recoger nuestros mejillones, donde Pepe nos espera para ayudarnos a cargarlos en el remolque. De ahí, nos dirigimos a la sala de elaboraciones, donde lavamos los mejillones para retirar los posibles restos de algas o suciedad adherida a la concha.
La elaboración
A continuación, abrimos los mejillones en una olla, como antiguamente. El olor que desprenden y el agua de cocción son… ¡exquisitos!
Una vez abiertos, desconchamos los mejillones a mano, separándolos de la concha con mucho cuidado de que no se desprenda el “botón”, esa parte deliciosa que tanto nos gusta. Una vez en vianda, el mejillón se desbarba, también con cuidado de no dañarlo, a mano, uno a uno.
Una vez desconchado y desbarbado, lavamos el mejillón para retirar los restos que podría tener adheridos, como trozos de concha o restos de la barba. Y este lavado lo hacemos en la propia agua de cocción del mejillón, ¡para que no pierdan ni una pizca de sabor!
Una vez lavados, están listos para ser fritos. Y, como no podía ser de otra manera, los freímos en Aceite de Oliva Virgen Extra. Y ya están preparados para ir al bote, llegó la hora del envasado.
Introducimos las piezas una a una en el bote, poniendo mimo y cuidado en el proceso para que no se rompan y tengan un aspecto excelente, a la altura de su sabor.
Nuestro escabeche
Y por último, estos mejillones, con los que ya hemos pasado prácticamente un día entero, los acompañamos de una salsa de escabeche. ¡Pero no una salsa de escabeche cualquiera! Sino una salsa suave, que no enmascare, sino acompañe el sabor de nuestros mejillones, ese que intentamos preservar en todos los procesos.
Ese sabor es el que encontraras al abrir el bote, el de un mejillón de la Ría de Muros e Noia, tratado con respeto desde su recogida hasta su envasado.
Propiedades nutricionales de los mejillones en escabeche
Además de poder disfrutar de su sabor y textura, los mejillones en escabeche ofrecen otros beneficios a tener en cuenta cuando forman parte de nuestra dieta. Por ello, queríamos rematar este pequeño homenaje que le hacemos a nuestros queridos mejillones, con un poco de información sobre sus propiedades nutricionales, que harán que disfrutemos aún más de ellos, ¡si cabe!